miércoles, 17 de junio de 2015

Kilómetro 226 - Xanten - Increíble Coincidencia

Dejamos la granja de Lottie y Chris con gran emoción, nos trataron como a miembros de su familia. Desayunamos huevos de campo con café y queso. Lottie dijo: tendrán bastantes calorías para hoy! Un fuerte abrazo de despedida un saludo cálido. Se quedaron en la puerta de su casa viéndonos alejarnos. ¡Qué bien que lo pasamos! 
Nuestra anfitriona en Xanten se llamaba Astrid y en el mes de marzo le escribí para que nos aloje y enseguida nos dijo que si. Quedamos que le escribiría unos días antes y así lo hice pero no recibí respuesta. Después de una ardua caminata llegamos a Xanten y decidimos buscar en Couchsurfing a alguien que nos aloje. Envíé tres solicitudes y solo una aceptó mi pedido. Anna en seguida me escribió preguntándome donde estaba que ella nos iba a buscar, diez minutos más tarde apareció Anna con su auto y nos dirigimos a la granja donde vive. En el camino nos comentó que justo hoy habían muchas personas en la granja y que había una gran asado y estábamos invitados. 
La granja resultó gigante, algo así como una gran estancia Argentina, con una casa de muchísimas habitaciones, establos, casas pequeñas por todos lados. Caballos, cabras, vacas, etc..
Anna nos dijo que cuando quisiéramos nos acercáramos a la barbecue (asado) y así lo hicimos. Nos encontramos con una mesa de unas 20 personas sentadas en una gran mesa de familiares alemanes frente al casco principal. Se acercó su amigo Timo con dos cervezas y nos contó de su viaje con Anna a Austria y que tenían ganas de hacer el Transiberiano. Les comentamos que lo habíamos hecho en el 2012 y compartimos ideas.
La mesa de ensaladas tenía el nombre de cada uno lo mismo que las salsas y había diferentes tipos de carnes. Un manjar!!
Allí nos sentamos junto a los familiares y comenzaron a preguntarnos sobre nuestro viaje y le resulto muy interesante. Pasamos dos horas muy gratas junto a la familia y al final ocurrió algo muy cómico. Le comenté a Anna que escribiría en el blog sobre ella y su familia y entonces me anotó el nombre del lugar y enseguida lo reconocí ya que figuraba en un correo electrónico que había recibido en marzo. Fui a traer mi ipad y no lo podía creer. Astrid era la mamá de Anna y no había podido ver su correo. Astrid ofrecía hospitalidad desde el sitio Helpx y su hija Anna desde el sitio de couchsurfing, sin saberlo Anna nos alojó!. Le mostré el correo a Astrid y Anna y quedaron sorprendidas. 
La manzana no cae lejos del árbol. Madre e hija hospitalarias en diferentes sitios internet. ....
Antes de partir se acercó Timo y nos arrojó dos bananas para el camino! Muchas Gracias Anna, Timo y Astrid! 











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