lunes, 6 de julio de 2015

Kike dijo: la próxima vez me tomo mas tiempo! - Al fin el Danubio! - Dreikönigsfest

Viernes 3 de julio
No pude dormir por el terrible dolor de rodillas al punto de gritar! Kike me dio un Dicoflenac Pridimol, no soy de tomar medicamentos pero creo que hasta morfina hubiera tomado. 
Un trueno nos despertó a las cinco y media de la mañana! Así que nuevamente desarmar todo, preparar las bicis y al camino. La carpa y las bicicletas se habían llenado de babosas durante la noche. 
Las bicicletas que nos regaló Richard son de colección y ya tienen algunas décadas lo mismo que las cubiertas, él insistió en cambiarlas pero preferimos seguir en nuestro camino romántico de ver que ocurre. El romanticismo duró poco, la cubierta delantera de Kike comenzó a desarmarse en cada bajada y por precaución compramos una cubierta nueva y una cámara. 
Pedaleamos hasta las nueve de la mañana y decidimos sentarnos por primera vez a desayunar cómodos. Invertimos 12 euros en dos desayunos gigantes: quesos diferentes, tomates, pepinos, ensalada, panes con abundancia de semillas, café con leche, jugo y frutillas. Hasta nos armamos dos sándwiches para el mediodía. Los panes alemanes son los mejores que he probado. 
Un grupo de una docena de motoqueros alemanes paró a nuestro lado a desayunar, la mayoría con motos de alta cilindradas de marcas japonesas y alemanas. Al ver las motos Kike dijo: "Tenés suerte de tener un amigo que te acompañe en tus locuras, la próxima vez me tomo más tiempo para evaluar y participar en la idea" "El próximo viaje lo hacemos en moto" y comenzamos a reírnos a carcajadas.
Un ciclista con experiencia paró y le gustó que lleváramos una cubierta de repuesto y nos pregunto adonde íbamos, no se sorprendió para nada al escuchar que íbamos a Turquía, claro le faltaba una pierna y utilizaba una prótesis! 
Al alejarnos nos gritó: Guten Raise! (Buen Viaje)
Evitamos el Parque Natural Almuth y buscamos el Danubio a la altura de 
Danuworth. El Danubio nos sorprendió! Nos es azul dijo Kike! Por suerte tiene la senda de bicicletas completamente marcadas, de esa forma no perdimos tiempo ubicándonos. A veces nos cruzábamos de lado con un ferry o en un puente. El viaje comenzaba a ponerse cada vez más agradable. Por suerte no sentía dolor y pedaleamos todo el día hasta entrada la noche.
Desde que entramos a Alemania veníamos viendo en las puertas la siguiente inscripción: 20-C+B+M-15, a veces en tiza y otras con un sticker. 
Buscamos diferentes formas de resolver el enigma hasta que recurrimos a Google. Se trata de una bendición especial para la fiesta de la Epifanía, Reyes, acá le llaman: Dreikönigstfest.
20 es el siglo, C es de Caspar, M de Melchor y la B de Baltasar. (Acá le dicen Caspar en vez de Gaspar!) La inscripción queda durante todo el año!
En Reyes los niños salen puerta en puerta vestidos de reyes magos con un palo y una estrella dorada en su punta y preguntan: ¿Puede la estrella entrar? Si la oferta es aceptada los niños entran y cantan. (Luego los niños recaudan dinero para caridad)
Escribo este comentario en un momento oportuno ya que esta noche observó una increíble conjunción entre Venus y Júpiter. Probablemente la estrella de Belén que seguían los Reyes Magos haya sido una Conjunción entre Venus y Júpiter! 



Cambio de cubiertas! 



Inversión en un desayuno alemán!



Para bajar primero hay que subir! Ver detalle de pantalón roto!



Al fin sabemos que significa esa inscripción en las puertas! 



Otro atardecer más!






domingo, 5 de julio de 2015

Trink wasser Bitte (Agua Potable por favor!) - Cementerio

Trink wasser Bitte (Agua Potable por favor!) - Cementerio 
Jueves 2 de julio
Por la mañana nos despertó el ruido de una cortadora de césped, así que para evitar problemas ya que es ilegal hacer camping agreste decidimos salir rápido y desayunar en el primer pueblo. Durante la noche mi rodilla derecha comenzó a darme señales que no había entrenado bicicleta por montañas y además me recordaba mi edad. 
Seguimos con el mismo método de orientación que el día anterior pero con mas experiencia, los pueblos pasaban rápido: Schozach, Isfeld, Avenstein, Beilstein, Gronau, Kurzach, Sulzbach an der Murrhardt, Gschwend y el río Kocker zizageaba y cada tanto lo volvíamos a cruzar por puentes de madera iguales a los de la película de los Puentes de Madison. 
Andar en bicicleta por la montaña no es fácil, ahora sabíamos que era ese color verde marrón oscuro en el mapa (una cadena de colinas de 50 kilómetros de largo!) las subidas grandes las hacíamos a pie. Pero luego venia el placer de avanzar a gran velocidad en bajada por kilómetros! 
Notamos que nuestro consumo de agua subió muchísimo y comenzamos a pedir agua mas seguido pero lográbamos éxito 1 de cada 3 pedidos. Hasta me aprendí siempre la misma frase: Guten tag! Wir haben durst! Wir wollen trink wasser! bitte! (Buen día, estamos sedientos, necesitamos agua potable por favor!) y por las dudas le mostraba el envase vacío de agua! No sabemos bien porque la gente murmuraba algo y hacia gestos con la mano en forma hostil y luego las mujeres se metían rápido en sus casas y desde adentro corrían la cortina para ver si nos habíamos ido! 
Pensamos en dos opciones: las personas en los pueblos son muy cerradas a visitantes o nuestro aspecto estaba cada vez peor....
Paramos en el cementerio de Hofen para descansar y había agua fresca, baños impecables y buena sombra. Las personas que venían a regar las flores nos saludaban con una sonrisa. Tengo que aclarar que no pasábamos desapercibidos por las bicicletas antiguas, nuestro aspectos, las mochilas en las bicicletas y descansando entre tumbas. De ahora en adelante los cementerios serían nuestras estaciones de servicio. Nunca mejor epitafio: Que en paz descanse! 
Por la tardecita seguimos pedaleando y pedaleando, subiendo a pie y lanzándonos a gran velocidad por caminos con vistas de montañas, ríos y bosques! Me sentía libre!
Nuevamente dormimos cerca de la ruta en pero esta vez al lado del un pequeño río que el sonido del agua nos relajaba. Cuando no quedaba claridad armamos la carpa y ya casi no tenía batería en el celular pero decidí utilizarla para escuchar dos temas de música: Always on my mind de Elvis para homenajear a mi tío Pedro y Society de Eddie Vedder. La batería no alcanzó para el segundo tema. 



Acampando al lado de la ruta



Por suerte hay mapas cada tanto!





Los puentes de Madison les copiaron a los puentes del Kocker!



sábado, 4 de julio de 2015

Buscando el Río Neckar - Siguiendo las sombras del sol

Buscando el Río Neckar - Siguiendo las sombras del sol
Miércoles 1 de julio
Salimos con mucho entusiasmo de la casa de Richard, ropa limpia, descansados y con nuevo medio de transporte. 
Hicimos cuatro cuadras y se nos borró el mapa que habíamos bajado de google maps! Por suerte teníamos la brújula, los nombres de las ciudades y un gps sin camino. Al principio dimos muchas vueltas en el pueblo de Forst, hasta que apuntamos hacia Bruchsal y vimos el castillo que Fermor describió y se alojó dos noches.
Algo interesante fue ver que en vez de mirar la brújula a cada rato podíamos mirar  nuestra sombra, por la mañana la sombra apunta al oeste (dado que el sol sale del este aprox.) a mediodía al norte y al atardecer al este. (Esto es válido para el hemisferio norte). Así que nuestro rumbo por la mañana era mantener la sombra atrás y a la derecha. (Sureste) (Para algo me sirvió la astronomía)
Comenzamos a ver viñedos en las montañas, vimos más árboles frutales que campos sembrados. Y de repente comenzó el bosque! Antes de meternos decidimos recostarnos a dormir una siesta debajo de un nogal al lado de un pequeño lago. 
Del otro lado del lago se veía un grupo de personas disfrutando del día de sol y muchos con perros de esos que te traen los palitos y pelotas cuando se los tirás al lago. Pensaba mientras veía estas imágenes: también hay gente que en días de semana no trabaja! 
Entramos al bosque del Parque Natural De Stromberg y llegamos a una trifurcación de caminos, seguimos al este pero después de subir y subir el camino se cerró. Volvimos y tomamos el camino al norte en una nueva subida, luego de media hora vimos que no era, lo bueno,es que nos tiramos con las bicis ya que había sido todo subida. Y al fin tomamos la opción que nos quedaba. Y así fuimos avanzando de a poco ya que el camino se bifurcaba una y otra vez. Después de dos horas salimos agotados del bosque y comenzamos a tenerle miedo y respeto! Nunca mas me voy a olvidar de la palabra: Waldweg (camino de bosque wald: bosque y weg: camino).
En el atardecer llegamos a Lauffen am Neckar! Nos encontramos con el río Neckar y cruzamos en un lugar donde se encuentran las esclusas y pedaleamos 10 kilómetros más hacia el sureste y acampamos junto a la ruta. Eran las 10 de la noche, muy cansados comimos unos sándwiches y cerezas que habíamos recolectado y armamos la carpa.
Miramos el mapa y habíamos avanzado 75 kilómetros! 



Pedaleando por el campo! 



Las mochilas atrás ya no pesaban tanto



Esclusas en el río Neckar 



Familia Otero - Cambio de estilo

Nos quedamos casi una semana con Richard disfrutando con su familia: Lukas, Claudio y su encantadora esposa Haike. Visitamos el lago, anduvimos en bicicleta por los bosques, por la noche asado, cerveza alemana, vino tinto y siempre una agradable conversación. Richard siempre nos sorprendía con algo.
Entre las charlas le comenté a Richard que estaba un poco preocupado ya que si bien disfrutábamos pero Estambul cada vez se veía más lejos dado que el clima nos retrasó y que nos encanta compartir tiempo con las personas que nos alojan.
Haike su esposa habla español, italiano, francés y alemán. Todo el día está sonriendo y tiene muy buen humor. Nos enseñó como funciona su máquina de cocinar (thermomix) , se ponen los ingredientes que la máquina pide y tiene una balanza que controla. Luego sólo hay que esperar. Para la salsa se pone la cebolla entera sin cáscara y la máquina la corta luego pide aceite y así hasta que esta lista.
Richard me preguntó si el escritor que seguíamos había hecho todo a pie y le contesté que no y que recorrió unos 500 km en barcaza y 300 km en un caballo que le prestaron. Entonces el dijo: ok tengo algo entonces para ustedes y al otro día nos compró dos bicicletas antiguas para que podamos adelantar lo perdido. No lo podíamos creer, hasta tenían portaequipajes,modo metro y luz! Además nos regalo una set de reparación y las herramientas para arreglar cualquier problema. Richard nos brindó hospitalidad, bicicletas, un cargador eléctrico, un parlante especial para escuchar música, remeras, etc...pero lo mas importante fue que a pesar de no vernos en los últimos 30 años el afecto y la amistad estaban intactas.
El miércoles 1 de julio por la mañana nos dimos un fuerte abrazo y partimos hacia Austria.

De 4 km/h a 240 km/h - Berlín

Compartí con Richard cuatro años pupilo de mi educación secundaria y la última vez que lo vi fue en octubre de 1985. Nos encontró cerca del Rhin en Worms, sonrió desde lejos y mucho nos dijimos con un fuerte abrazo.
Unas horas antes habíamos pasado con kike caminando por un restaurante junto al Rhin y veíamos a las personas disfrutar comidas tradicionales y grandes vasos de cervezas.
Richard dijo: vamos que los invito a comer! Y en unos minutos estábamos en ese restaurante y ahora nosotros estábamos junto a una cerveza helada y 12 platos de tapas.
Hablamos del colegio secundario, de anécdotas, de personas en común, de la familia, de los proyectos que cada uno vivió en estas tres décadas y de las historias personales de cada uno.
Entre la conversación Richard hizo una larga pausa de silencio (le gusta hacerlo mientras sonríe) y nos preguntó: ¿Tienen algún problema de acompañarme unos días a Berlín? Inmediatamente le dijimos que si y nos preparamos para descansar unos días como Turista y dejar de lado al viajero, ahora entiendo la palabra Viajero en Inglés (traveller = travalho = trabajo).
En las autopistas de Alemania existen tramos donde no hay limite de velocidad y entre charla y charla en un momento sentí una gran aceleración y el velocímetro marcaba 240 km/h!, confieso que sentí un poco de miedo.
En Berlín nos alojamos en el oeste de la ciudad en un barrio llamado Charlotenburg y Richard se convirtió en un perfecto guía bilingüe para nosotros. Primero nos llevó a un cementerio junto al muro (Mauer) y se conserva como la época, un pequeño muro, torres de vigilancia y el muro de más de tres metros.
Luego llegamos a Alexander Platz e inmediatamente comencé a recordar mi visita a Berlín 25 años atrás con mi esposa y su amiga Elizabeth. Recordé que habíamos llegado un helado día de invierno muy temprano, desayunamos en una esquina de la plaza esperando que la temperatura aumente unos grados, unos alemanes desayunaban tomando cerveza y luego caminamos por la avenida de los Tilos hacia la puerta de Branderburgo...
Con Richard y Kike tomamos el mismo camino pero en verano: Alexander Platz, Avenida de los Tilos y puerta de Brandeburgo, Bundestag (El parlamento Alemán). Luego seguimos a un lugar llamado Sony center y por ultimo escalamos los 300 escalones de la Torre de la Victoria. Richard dijo: no se pueden ir sin conocer Checkpoint Charlie! Al ver el lugar donde aparece en tantas películas, ya que era el punto por donde se cruzaba del este al oeste, me acordé del video de Elton John de su canción Nikita!
Nos quedamos 2 días en Berlín y visitamos todo lo que pudimos. Al volver a gran velocidad en la autopista Richard comentó que desde su casa a Berlín y vuelta son 1300 km que es la mitad de nuestro recorrido a Estambul.

martes, 30 de junio de 2015

Boppard - Bingen - Worms - 30 años esperando para un abrazo

Andreas nos dejo en la ciudad de Boppard por la mañana temprano. Decidimos hacer dedo a las barcazas del Rhin como hizo Patrick Leigh Fermor pero resultó difícil sumado al mal clima. Así que seguimos caminando hacia el sur.
Esta parte es conocida como El valle Superior del Medio Rhin o también Rhin Romántico dado que muchos escritores recorrían la belleza de los paisajes en busca de inspiración.
Un lugar especial de este lugar se llama la roca de Loreley y es un risco de 120 metros con una fuerte pendiente, es una zona de aguas poco profundas y en el curso de los siglos muchos marineros especialmente los desprevenidos han perdido su vida. Recordé un viejo tema de Scorpions llamado Loreley. 
Unos kilómetros más adelante nos encontramos con la Torre de los Ratones (Maüsethurm) Victor Hugo la describió perfectamente:

Torre de los ratones

Desde que había empezado a anochecer, sólo tenía un pensamiento. Sabía que, antes de llegar a Bingen, un poco antes de la confluencia con el Nahe, encontraría un extraño edificio, una lúgubre morada ruinosa, de pie entre los juncos, en medio del río y entre dos altas montañas. Aquella morada ruinosa era la Maüsethurm.

Cuando era niño, por encima de mi cama tenía un pequeño cuadro rodeado de un marco negro que no sé qué criada alemana había colgado en la pared. Representaba una vieja torre aislada, enmohecida, destartalada, rodeada de aguas profundas y oscuras que la cubrían de vapores, y de montañas que la cubrían de sombras. El cielo por encima de aquella torre era sombrío y cubierto de nubes horrendas.

Por la noche, después de haber rezado a Dios y antes de dormirme, miraba siempre aquel cuadro. Lo volvía a ver en mis sueños y me parecía terrible. La torre aumentaba, el agua hervía, un relámpago caía de las nubes, el viento soplaba en las montañas y, por momentos, parecía lanzar clamores. Un día le pregunté a la criada cómo se llamaba aquella torre. Santiguándose, me respondió que se llamaba la Maüsethurm. Y luego me contó una historia. Que en otros tiempos, en Maguncia, en su país, había habido un malvado arzobispo llamado Hatto, que era también abad de Fuld, sacerdote avaro, según ella, que «abría la mano más para bendecir que para dar». Que un mal año compró todo el trigo de las cosechas para revendérselo muy caro al pueblo, pues aquel cura quería ser muy rico. La hambruna fue tal que los campesinos morían de hambre en los pueblos del Rin. Que entonces el pueblo se reunió alrededor del burgo de Maguncia, llorando y solicitando pan. Que el arzobispo se lo negó.

En este punto, la historia se hacía terrible. El pueblo hambriento no se dispersaba y seguía rodeando el palacio del arzobispo, gimiendo. Hatto, enojado, hizo rodear aquellas pobres gentes por sus arqueros que detuvieron a hombres y mujeres, ancianos y niños, y los encerraron en un troje al que prendieron fuego. Fue, añadía la vieja criada, «un espectáculo ante el que hasta las piedras habrían llorado» pero Hatto no hizo sino reír; y cuando aquellos desgraciados, expirando entre las llamas, lanzaban gritos lamentables, éste dijo: «¿Estáis oyendo a las ratas silbar?»

Al día siguiente, del troje fatal sólo quedaban cenizas; no había nadie en Maguncia; la ciudad parecía muerta y desierta cuando, de repente, una multitud de ratas, que pululaban en el troje quemado como los gusanos en las úlceras de Asuero, salían de debajo de la tierra, surgían de entre las losas, salían por las grietas de los muros, renacían bajo el pie que las aplastaba, se multiplicaban bajo las piedras y bajo las mazas, e inundaron las calles, la ciudadela, el palacio, los sótanos, las salas y las alcobas. Era un azote, una plaga, un repugnante hormigueo.

Fuera de sí, Hatto abandonó Maguncia y huyó hacia la llanura pero las ratas lo siguieron; corrió a refugiarse en Bingen que tenía altas murallas, pero las ratas pasaron por encima de las murallas y entraron en Bingen. Entonces el arzobispo mandó construir una torre en medio del Rin y se refugió en ella con la ayuda de una barca alrededor de la cual diez arqueros golpeaban el agua; las ratas se arrojaron al agua, cruzaron el Rin, treparon por la torre, royeron las puertas, el tejado, las ventanas, los techos, los suelos y, llegadas por fin a la mazmorra en la que el miserable arzobispo se había escondido, lo devoraron vivo.

Ahora la maldición del cielo y el horror de los hombres pesan sobre esta torre llamada Maüsethurm. Está desierta, en ruinas en medio del río y, a veces, por la noche, se ve salir de ella un extraño vapor rojizo que parece el humo de una hoguera, pero es el alma de Hatto que regresa.

¿Han observado ustedes algo? La historia es en ocasiones inmoral, los cuentos son siempre honestos, morales y virtuosos. En la historia el más fuerte prospera, los tiranos triunfan, los verdugos gozan de buena salud, los monstruos engordan, los Sila se transforman en buenos burgueses, los Luis XI y los Cromwell mueren en su cama. En los cuentos el infierno es siempre visible. No hay falta que no tenga su castigo a veces incluso exagerado; no hay crimen que no traiga tras de sí un suplicio con frecuencia espantoso; no hay malvado que no se convierta en un desgraciado a veces digno de lástima. Eso ocurre porque la historia se mueve en lo infinito y el cuento en lo finito. El hombre, que hace el cuento, no se siente con derecho a exponer los hechos y dejar suponer las consecuencias de los mismos; porque palpa en la oscuridad, no está seguro de nada, necesita acotarlo todo por medio de una enseñanza, un consejo y una lección; y no se atrevería a inventar acontecimientos sin conclusión inmediata. Dios, que hace la historia, muestra lo que quiere y conoce el resto.

Maüsethurm es un término cómodo. Se ve en él lo que se quiere ver. Hay espíritus que se consideran positivos -y que no son sino áridos-, que expulsan de todo la poesía, y están siempre dispuestos a decirle, como aquel hombre positivo al ruiseñor: «¡Quieres callarte, maldito animal!» Este tipo de mentes explican que la palabra Maüsethurm viene de maus o mauth, que significa peaje. Declaran que en el siglo X, antes de que se ensanchara el cauce del río, el paso del Rin sólo estaba abierto por la orilla izquierda y que la ciudad de Bingen había establecido por medio de esta torre su derecho de fielato sobre los barcos. Se apoyan en que aún hay cerca de Estrasburgo dos torres parecidas dedicadas a la percepción de impuestos sobre los transeúntes, que también se llaman Maüsethurm. Para estos graves pensadores inaccesibles a las fábulas, la torre maldita es una puerta de consumos y Hatto un portalero o aduanero.

Para las gentes sencillas, entre las que me incluyo gustoso, Maüsethurm procede de maüse, que viene de mus y significa rata. Esa supuesta puerta de consumos es la torre de las ratas, y el aduanero un espectro.

Después de todo, las dos opiniones podrían conciliarse. No es absolutamente imposible que hacia el siglo XVI o el XVII, después de Lutero, después de Erasmo, los bugomaestres incrédulos hubieran utilizado la torre de Hatto y hubieran instalado provisionalmente alguna tasa y algún peaje en aquella ruina de mala fama. ¿Por qué no? Roma hizo del templo de Antonino su aduana, su dogana. Lo que Roma hizo respecto a la historia, Bingen pudo hacerlo respecto a la leyenda. Así, mauth tendría razón y maüse no estaría equivocada.

Sea como fuere, desde que la vieja criada me narró el cuento de Hatto, la Maüsethurm había sido una de las visiones habituales de mi espíritu. Ya saben, no hay hombre que no tenga sus fantasmas, como no hay hombre que no tenga sus quimeras. Por la noche pertenecemos a los sueños; a veces los atraviesa un rayo de sol, a veces lo hace una llama; y según el reflejo colorante, el mismo sueño es una gloria celestial o una aparición del infierno. Efecto de luz de Bengala que se produce en la imaginación.

Yo debo reconocer que la torre de las ratas, en medio de su charca de agua, siempre me pareció horrible. Por lo que -¿me atreveré a confesarlo?- cuando el azar, que me pasea a su antojo, me condujo a orillas del Rin, el primer pensamiento que se me ocurrió no fue que vería la cúpula de Maguncia, o la catedral de Colonia o el Palatinado, sino que podría visitar la torre de las ratas.

Víctor Hugo 

Dormimos cerca de Bingen en un bosquecito para cubrirnos de la lluvia. Llovió toda la noche.
El Rhin en esta zona dobla en un gran ángulo con destino a Maguncia, nosotros decidimos acortar camino y dejamos de seguir el río para avanzar hacia el sur. Al despertar caminamos todo el día y acampamos muy tarde junto a la ruta debajo de unos árboles, por la mañana el sol nos despertó y por suerte el buen clima nos acompañó hasta Worms.
Llegamos temprano a Worms y visitamos el cementerio judío mas viejo de Europa que data del año 1040. Muchas lápidas tenían pequeñas piedras y según lo que me comentó kike significa que la piedra es un símbolo de la vida más allá de la muerte. En vez de utilizar flores que se marchitan usan piedras que parecen eternas. Además vimos lápidas con dos manos y preguntamos a un visitante que le sacaba fotos y nos comentó que eran descendientes directos varones de Aarón que según la Biblia es el hermano de Moisés. Se llaman las manos de Cohen.
Luego visitamos una antigua Sinagoga y nos fuimos a recorrer la Catedral de San Pedro.
Worms es el escenario de la historia de Sigfrido y El Anillo de los Nibelungos. Junto al Río esta la estatua de Hagen arrojando el tesoro. Leímos que aún lo buscan.
Hace unos días se comunicó con nosotros uno de mis mejores compañeros del Liceo que hace 30 años que no lo veo. Richard vive cerca de Karlsruhe, Alemania, y se ofreció gentilmente a buscarnos en Worms, alojarnos en su casa unos días, para luego dejarnos en algún lugar y así no alterar nuestro recorrido. En seguida le dijimos que si y nuestro viaje hizo un viraje como el Rhin. 




Visitando la Sinagoga - kippa en la cabeza



Cementerio Judío en Worms - Piedras en la lápida



Manos de Cohen



Risco de Loreley - Foto de internet




Ciudad de Worms - Lugar de la leyenda del Anillo de los Nibelungos




Catedral de Worms



jueves, 25 de junio de 2015

Brohl (Treis-Kardens)

El camino a casa de Andreas en subida fue duro al principio, faltando un kilómetro se puso peor. Una nube negra se ensañó con nosotros, comenzaron a caer baldes de agua y quedamos totalmente mojados ya que no había ningún árbol cerca. Las mochilas y la protección contra la lluvia funcionaron bien pero nosotros quedamos al borde del resfrío con el agua fresca.
Llegamos de Andreas y fue muy cómico porque nos dejó papelitos pegados por todos lados, la casa decía ACÁ!, en el horno: Comida!, en la heladera: Cervezas!, en la cervezas: más cervezas en el sótano!, en una puerta: dormitorio! Un genio! 
Así que nos sacamos la ropa mojada, nos dimos una ducha de agua caliente, preparamos mate (Andreas tenía cachamate y bombilla!) y calentamos la comida. ¡Cuánto valor se le da a las simples necesidades cotidianas cuando las recuperás! Una mesa, un baño, comida caliente,...
Andreas llegó más tarde y compartimos una cerveza y nos comentó que al otro día saldríamos a visitar la zona. El vive solo con sus 7 gatos y dos erizos que lo visitan al caer el sol, es un especialista en idiomas y habla excelente español, inglés, catalán, hebreo y alemán por supuesto. A cada gato le habla en su idioma!
Por la mañana salimos a un típico y auténtico Schloss (castillo), llegamos al Castillo Thurant y desde su torre se podía observar el Río Mosela con las terrazas de viñedos sobre las montañas. El castillo fue totalmente reconstruido y como siempre acotaba Andreas: los espíritus ya se han ido!, luego fuimos a un pequeño pueblo llamado Münstermaifeld (papista dijo Andreas) antiquísimo y muy bien conservado donde el obispo se ocupaba de cobrar los impuestos para la antigua ciudad de Treveris, la visita siguió al lago Laacher que es el cráter de un volcán de hace 13000 años atrás y luego caminamos hasta a la Abadía de María de Laach.

En la Abadía encontré parte de una historia que siempre me preguntaba de chico. La pregunta que me hacia es sobre cómo evolucionó en los últimos 2000 años la misa (Liturgia).
En la cripta de la Abadía María de Laach se celebró la primer misa como la conocemos actualmente. Odo Casel fue el responsable del "Movimiento litúrgico" (Liturgische Bewegung) vivió en la Abadía y propuso fervientemente el cambio de las Misas Tridentinas (las de espaldas y en latín que se celebraron desde 1570 a 1962!!!). En 1922 en una pequeña capillita que estuvimos arrodillados con Kike, se celebró la primer misa como la conocemos e influyó para que el Concilio Vaticano II realice los cambios.

Andreas dijo: les falta ver un poco de Nacionalismo Alemán! Y condujo hacia Koblenz.
Caminamos hasta la "esquina alemana" como la llaman aquí, el Río Mosela se unía al Rhin observados por la estatua ecuestre de Guillermo I y Germania. 

Cuando Patrick Leigh Fermor en 1933 llegó a este punto describió de esta forma el lugar: 

"...Un promontorio parecido a una plancha de hierro se internaba en el río, y en la punta, sobre un pedestal, se alzaba la colosal estatua de bronce del káiser Guillermo I, remontándose en el aire entre los gorriones y las gaviotas...."

"....¡El Mosela! Yo sabía que aquel meandro que viraba bruscamente bajo los puentes y se perdía de vista era el último tramo de un largo valle de la mayor importancia y belleza. Una gaviota que volara río arriba vería a lo largo de muchos kilómetros serpenteantes terrazas de viñedos y, si lo deseara, descendería para penetrar por las grandes puertas negras romanas de Trier, sobrevolaría el anfiteatro y cruzaría la frontera con la región francesa de Lorena. Rozando las veletas de la antigua ciudad merovingia de Metz, se instalaría entre las rocas de los Vosgos, donde nace el río. Por un momento sentí la tentación de seguir esa ruta, pero entonces iría hacia el oeste, y así jamás llegaría a Constantinopla...."

La estatua ecuestre fue totalmente destruida por los franceses en 1945 y recién con la caída del muro se colocó un modelo similar de la estatua del Kaiser.
Andreas con su irónico humor comentó: esta es el mejor ejemplo de erotismo Alemán! Un río que tiene artículo masculino (Der Rhine: El Rhin) junto a otro río que tiene artículo femenino (Die Mosela: La Mosela) vistos por los dos voyeuristas mas famosos se Alemania: Germanía y Guillermo I
Nos invitó un kebab y los turcos que atendían nos preguntaron de donde éramos y Andreas les contó: enseguida hablaron de Maradona, Messi y el Che Guevara. Uno de ellos me mostró que se le ponían los pelos de punta al hablar del Che Guevara. 
A la vuelta a Brohl pensaba lo buen anfitrión que había sido Andreas, lo relajado que estuvo y todo lo que habíamos aprendido junto a el, no solo de las excursiones sino de como debe comportarse uno al recibir invitados en su casa. Terminamos la noche probando un típico vino blanco a Riesling del Mosela con un queso Brie y hablando de viajes futuros.
Gracias Andreas por todo: te espero nuevamente por Argentina y suerte en tu próximo viaje!



Vista del Río Mosela desde el castillo Thurant 







Cripta donde se celebró la primer misa como se celebra actualmente








Todas las tardes cuando el sol cae llegan dos erizos a comer la comida de los gatos!