Welcome nos dijo! Y nos invitó a entrar con una gran sonrisa, dentro nos presentó a su esposo Ramón, a su hija Natasha y a Michael (un chico de la República Checa que esta trabajando en la granja). También vive en la casa su hija menor Viviane y su novio Roy.
Pamela trajo te caliente con una sopa de espárragos blancos casera muy sabrosa y Roy preparó unos panqueques con fruta que me hizo acordar a los que mi mamá me preparaba.
Sobre la pared se veían colgados: una guitarra, un ukelele y un banjo. Pertenecen a Ramón que nos hizo una demostración. La otra parte de la pared estaba llena de budas de todos los colores y tamaños, ángeles, cuadros de arte moderno y muchas flores.
Natasha nos contó que estudia Música Clásica y que visita a sus padres los fines de semana, además se especializa en equinoterapia. Nos preguntó si queríamos acompañarla para colaborar con ella con los caballos y fuimos sin dudar. Subimos a un viejo Mercedes benz con heno en los asientos de atrás y condujo hasta otra granja donde tiene sus caballos. Allí limpiamos las heces, corrimos los caballos para que tengan comida toda la semana y nos explicó muchos detalles de los caballos holandeses.
